El sindrome de Burnout, una realidad que cuesta a las organizaciones del siglo 21

Posted by Jorge Daniel Romo on sábado, abril 04, 2015 with No comments
Hablaba poco. Sonreía lo necesario, casi forzando el gesto. Evitaba las reuniones sociales. Y se pasaba mucho, mucho tiempo solo. Algunos de los rasgos de Andreas Lubitz, el piloto que habría estrellado el avión en los Alpes franceses y cuya personalidad se asegura estaba quebrada por el llamado síndrome de burnout, sirvieron para encender una alarma en el universo de psicólogos y psiquiatras y reavivar una vieja pregunta para la cual no existe una sola respuesta: ¿es posible detectar a tiempo un caso de este tipo? ¿Se puede advertir la depresión o el estrés en personas que incluso tratan de ocultarlo?
Así inicia un artículo del diario Democracia.com, en el que se menciona el síndrome del burnout como causa de esta tragedia del avión de Germanwings que conmocionó al mundo recientemente.

Si bien el sindrome del burnout tiene múltiples causales; es una realidad que, en la dinámica laboral de nuestro siglo 21, cada día se presentan más casos que se pueden identificar con esta afectación.
“Por lo general el trastorno es consecuencia de un estrés laboral crónico -apunta la psiquiatra Rosa Magallón-, y se caracteriza por un estado de agotamiento emocional, una actitud cínica o distante frente al trabajo y una sensación de ineficacia y despersonalización ante nuestras propias tareas”.
Aunque se viene hablando de este síndrome desde hace más de 20 años y se lo asocia siempre al mundo de los trabajadores de la salud, se trata de un campo de investigación reciente y aún más amplio. Y las consecuencias del burnout se resumen en un malestar generalizado de la persona, expresado en el cambio de hábitos alimenticios, de descanso y de actividades recreativas. Muchas personas abandonan incluso sus rutinas físicas, ya que el malestar laboral se traslada a otros ámbitos de la vida personal. Entre los síntomas más comunes de quienes sufren este estrés laboral aparecen cansancio o agotamiento emocional, despersonalización y un abandono paulatino de la realización personal. Esto se manifiesta en una pérdida de ideales y, fundamentalmente, un creciente apartamiento de actividades familiares, sociales y recreativas, creando una especie de autorreclusión y aislamiento.
“No es difícil detectarlo pero tampoco es algo tan sencillo”, se apunta. Según Magallón, incluso, “pese a estas manifestaciones psicosomáticas tan evidentes, el problema más acuciante se centra actualmente en la falta de autodiagnóstico y en la prevención de este tipo de patologías, lo cual supone un riesgo tanto para la salud del profesional como para la del paciente o, incluso, la de sus compañeros”.
En otro artículo de CNNExpansion.com se menciona al respecto:
Un trabajador presenta el síndrome de burnout entre tres a cinco meses después de permanecer bajo estrés laboral diario, explicó Anabel Camacho Ávila, maestra en Psicología y consultora de empresas.
"Como respuesta al estrés crónico, en periodos menores a tres meses es difícil que aparezca: en realidad las personas apenas están percibiendo la condición estresante", detalló.
La especialista enfatiza sobre que este síndrome, no aparece de la nada: lo hace en ciertas condiciones que ofrecen las empresas.
"Por la falta de recursos materiales para realizar su trabajo; la escases de apoyo de los jefes o lo compañeros; estrategias de liderazgo demasiado autoritarias, no tener control sobre el trabajo, es decir, a qué hora lo hago, cómo lo hago; la supervisión controlante, que los jefes sobre todo en las empresas manufactureras estén todo el tiempo sobre los trabajadores, genera una condición de desgaste", subrayó Camacho Ávila.
Cada empleado u obrero es distinto y el tiempo de aparición del síndrome dependerá de las particularidades de cada uno.
"El síndrome está ligado a la salud mental de los trabajadores: si hay un trabajador que tiene estrategias de afrontamiento al estrés más adecuadas, posiblemente tarde más en aparecer, pero aparecerá", dijo.
Los empleados que tengan algún hábito como el tabaquismo o alcoholismo, retardan un poco más la manifestación del síndrome de burnout. En cualquiera de los dos casos, su aparición es probable de darse las condiciones en el ambiente laboral.
Cuando una persona sufre el síndrome de burnout, lo primero que se disminuye es su productividad, afectando con esto de manera directa los resultados de su organización. La falta de puntualidad, el ausentismo y sus consecuencias son otros efectos directos de este síndrome. Cuando la organización no tiene la sensibilidad o conciencia de esta problemática, la solución simple es despedir al empleado; perdiendo con ello experiencia, conocimiento; es decir talento.
Expertos coinciden en que los desencadenantes de este síndrome son: cargas excesivas de trabajo en un tiempo insuficiente para realizarlo, falta de respaldo por parte de los superiores, inexistencia de retroalimentación positiva, percepción de inequidad, incompatibilidad de los valores personales con los de la empresa, falta de autonomía, entre otros.
Es precisamente el despido, o la renuncia voluntaria del trabajador, lo que hace que las estadísticas de este síndrome no sean muy precisas en el entorno empresarial.

En entornos como la salud o la docencia, en la que existe una mayor tolerancia y el despido no se da de manera tan inmediata, es donde se tienen más datos de este síndrome:
En este contexto, en una investigación realizada a una muestra de 11 530 profesionales de la salud residentes en España y América Latina, se pudo constatar que la prevalencia de Burnout en este tipo de profesionales fue: 14,9 % en España, 14,4 % en Argentina, 7,9 % en Uruguay, 4,2 % en México, 4 % en Ecuador, 4,3 % en Perú, 5,9 % en Colombia, 4,5 % en Guatemala y 2,5 % en El Salvador.28
Por otro lado, respecto a la prevalencia existente en docentes latinoamericanos, se aprecian diversas investigaciones tendientes a determinarla, pudiéndose indicar que para el caso de México alcanzaría al 35,5 % (en una muestra de 698 docentes de 51 escuelas),29 para Chile un 27,4 % y con proclividad un 47,2 % (en una muestra de 479 profesores de educación pre-escolar, básica o primaria y media o secundaria)30 y para Perú un 40 % (en una muestra de 616 docentes de educación primaria y secundaria).31
En México es todavía más complicado encontrar estadísticas confiables al respecto.
En la actualidad, se estima que este mal afecta a más del 40% de los trabajadores mexicanos. Al respecto, Erika Villavicencio Ayub, docente de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica que las empresas mexicanas no se esfuerzan por reducir estas cifras, e incluso en ocasiones sólo empeoran esta realidad.

Villavicencio explica que este síndrome puede llegar a ocasionar: fatiga crónica, dolores de cabeza, insomnio, pérdida de peso, desórdenes gastrointestinales, hipertensión, crisis asmática, resfriados frecuentes, aparición de alergias, irritabilidad, ansiedad, depresión, frustración, pesimismo, hostilidad, sarcasmo, ausentismo laboral, agresividad, entre otros.
Uno de los últimos estudios sobre burnout, realizado por la Unidad de Investigación de Aragón, demostró recientemente la existencia de varios subtipos de burnout: “frenético”, “sin desafíos” y “desgastado”.
El perfil “frenético” viene caracterizado por la inversión de una gran cantidad de tiempo en el trabajo y es propio de personas muy implicadas, ambiciosas, y sobrecargadas, que sacrifican la salud y la vida personal por atender las demandas del trabajo.
El perfil “sin desafíos” está determinado por el tipo de ocupación, y presente en personas indiferentes y aburridas que no se desarrollan personalmente en el trabajo.
El perfil ”desgastado”, por último, viene influido por la rigidez de la estructura organizativa dentro de la cual trabaja, se caracteriza por la sensación de falta de control sobre los resultados, falta de reconocimiento de los propios esfuerzos y el abandono de las responsabilidades.
Este estudio sobre el burnout, basado en una muestra de cerca de 500 profesionales de distintos centros de salud, servirá a partir de ahora como un referente a la hora de tratar el trastorno, dado que, según sus hacedores, si bien se lo encuadra en el universo de los trabajadores de salud o en quienes realizan tareas muy estresantes “se trata en realidad de una patología que puede afectar a cualquier trabajador”.

El síndrome de Burnout es una realidad que cuesta a las organizaciones del siglo 21, es por ello que los líderes y departamentos de Recursos Humanos, deben tener cercanía con su gente y poder prever las causas que lo generen y, claro está, ser sensibles para apoyar a quienes lo padecen.
De no hacerlo, pagarán las consecuencias.


Fuentes:
http://www.diariodemocracia.com/notas/2015/4/3/tragedia-avion-debate-sobre-como-detectar-burnout-tiempo-100962.asp
http://www.cnnexpansion.com/manufactura/2011/06/03/sindrome-de-burnout-en-mexico
http://noticias.universia.net.mx/empleo/noticia/2014/07/17/1100761/40-trabajadores-mexicanos-padece-sindrome-burnout.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Burnout_%28s%C3%ADndrome%29