Leer para ser mejor… Ser humano
Posted by Jorge Daniel Romo on domingo, noviembre 06, 2011 with 2 comments
Es un hecho que la lectura enriquece en muchos sentidos a
una persona; sin embargo, el hábito de leer no es generalizado. En México se
estima que menos del 2% de la población tiene el hábito de leer. Muchos leen
por deber u obligación, ya sea para cumplir con la “tarea” o como fuente de
información para su actividad laboral; pero por gusto, la proporción de
personas baja considerablemente. Incluso se podría decir que el ser humano
gusta de la lectura de manera natural; pero “la vida los aleja de la lectura”: Las últimas estadísticas dicen que si bien
a los 10 años, el 30% de los niños lee libros para entretenerse, a los 14 años
esta cifra baja a un exiguo 12%.
En México, a pesar de la baja proporción de lectores,
existen iniciativas muy importantes para fomentar la lectura. Las ferias de
libro realizadas en diversas ciudades son ejemplo para el mundo.
Entonces ¿por qué no se lee? Existen muchas versiones, que
van desde los aspectos económicos “los libros son caros”, pasando por el efecto
nocivo de la televisión, hasta el impacto que el internet ha tenido en los
hábitos de lectura.
En lo personal considero que tiene que ver con la “cultura
del inmediatismo”; dedicar tiempo a leer un libro implica una inversión. En general
los mexicanos carecemos de la cultura del ahorro y de la inversión. Cada día es
más latente el deseo de obtener resultados inmediatos, satisfacción rápida y
eficaz, obtener el máximo beneficio con el menor esfuerzo.
Dedicar tiempo a leer un libro requerirá que la satisfacción
se encuentre desde la primera página, que el tiempo dedicado sea corto (“los libros
gruesos aburren”), que el beneficio que se obtiene de “estarlo leyendo”, justifique
el tiempo para terminarlo.
Leer es importante, gratificante y enriquecedor, nos hace mejores
personas, parejas, padres, hijos, hermanos, ciudadanos, trabajadores,
empresarios, mejora nuestra forma de expresarnos, tanto oral como escrita. En lo
personal estoy convencido que vale la pena invertir el tiempo en un libro.
El insospechado beneficio de la lectura (extracto del artículo de la revista Tendencias de Mayo de 2011)
Una extensa
investigación británica revela que las consecuencias de carecer del hábito por
la lectura son mucho más profundas de lo que se pensaba. Porque la principal
conclusión de este estudio es que la lectura es el más importante predictor del
éxito profesional.
Durante dos
décadas, científicos del departamento de Sociología de la Universidad de Oxford
analizaron los hábitos, actividades e intereses de casi 20 mil jóvenes, en una
investigación que dirigió el profesor Mark Taylor y que acaba de ser presentada
ante la Asociación Sociológica Británica. Cuando tenían 16 años, los
adolescentes fueron consultados sobre lo que hacían en su tiempo libre. Ahora,
a los 33 volvieron a ser entrevistados.
Y los resultados
no dejaron lugar a dudas: las mujeres que a los 16 años leían libros sólo por
gusto tenían 39% de probabilidades de alcanzar un puesto gerencial. En las que
habían preferido dedicarse a otras actividades en su tiempo libre durante la
adolescencia, las posibilidades bajaban a 25% . Para los hombres, que en
general, en todos los países tienen más posibilidades de llegar a altos puestos
ejecutivos, la cifra pasa de un 48% entre quienes no leían a los 16 años, a un
58% entre los que sí tenían el hábito lector.
Ninguna de las
otras actividades extracurriculares propias de los jóvenes que fueron evaluadas
junto a la lectura, como las prácticas deportivas, socializar, ir a museos,
asistir regularmente al cine, a conciertos o tomar talleres, logró generar un
impacto significativo en el nivel profesional que las personas alcanzarían una
vez pasada la barrera de los 30 años. Es más, según Mark Taylor asegura a La
Tercera, la lectura tiene estos efectos beneficiosos incluso cuando se
aíslan factores cruciales, como el nivel educacional de los padres o la
comodidad económica de las familias. Esto concuerda con una investigación del 2002
de la Ocde, citada en un informe del Fondo Nacional de Alfabetización del Reino
Unido, realizado por las investigadoras Christina Clark y Kate Rumbold, que
asegura que "disfrutar de la lectura es más importante para el éxito
educacional de los niños que el estatus socioeconómico de su familia". Así
de claro.
¿Por qué? En
palabras de la experta en Sicología de la Educación de la U. Católica, Malva
Villalón, la lectura nos sitúa en el mundo de la comprensión y el manejo del
lenguaje, que es el instrumento más potente del pensamiento: "No existen
procesos cognitivos separados del lenguaje, pues todas las demás operaciones y
actividades se realizan gracias a éste, ya que traspasa todas las áreas: te
enseña a hacer analogías y relaciones lógicas, que son útiles en todas las
instancias". Es el dominio del lenguaje el que nos permite comprender
todos lo demás.
Pero esta promesa
de beneficio viene aparejada de una advertencia: tenemos que leer por gusto. De
hecho, la mayoría de las investigaciones que hablan sobre las ventajas de leer
libros lo hacen desde la presunción de que quien realiza esta actividad, lo
hace libremente y que esta predisposición relajada es la que nos vuelve capaces
de absorber naturalmente todo lo que la lectura pueda traspasarnos. En un estudio
clásico sobre este tema, llamado La sicología de leer por placer:
necesidades y gratificaciones, el profesor Víctor Nell, de la Universidad
de Sudáfrica, establece que "la lectura por placer es una forma de
juego", una forma de entretención natural que nos permite, según los
especialistas, captar los contenidos, pero a la vez relacionarlos con lo
placentero que nos produce una buena historia, que puede volverse
neurológicamente adictiva y hacernos liberar dopamina y serotonina, ligadas a
la sensación de bienestar.
Soledad Concha,
doctora en educación y académica de la UDP, agrega que el "factor
placer" aporta motivación por leer y comprender. Así, mientras más placer
se experimente leyendo, más se leerá y más beneficios se podrían derivar de
esta actividad. "Quien lee por placer está atento a la lectura, quiere
entender, lo que es un factor imprescindible para la comprensión", dice.
Y la evidencia
sigue. En el informe realizado por el Fondo Nacional de Alfabetización del
Reino Unido, titulado Leer por placer, el doctor Stephen D. Krashen,
autor del libro El poder de la lectura, asegura que cuando los niños
leen por gusto, cuando quedan atrapados en los libros, adquieren,
involuntariamente y sin hacer esfuerzos conscientes, casi todas las llamadas
habilidades de lenguaje. "Se volverán lectores apropiados, adquirirán un
gran vocabulario, desarrollarán la habilidad de comprender y usar
construcciones gramaticales complejas y desarrollarán un buen estilo de
escritura. Aunque la voluntad de leer libremente, por sí misma, no asegura el
logro de los más altos niveles de alfabetización, al menos asegurará un nivel
aceptable. Sin ésta, sospecho que los niños ni siquiera tienen una oportunidad
de alcanzarla", agrega.
Algo muy
diferente a lo que ocurre cuando se lee por obligación. Malva Villalón plantea
que cuando los niños leen, por ejemplo, para una prueba, lo hacen
estratégicamente, buscando aquellos elementos de la historia por cuya
comprensión saben que serán evaluados, de modo que no se entregan al libro, no
lo disfrutan y no extraen, por tanto, todos sus beneficios. Por supuesto,
terminan aburriéndose. Según el estudio Escuela y Familia: Su influencia en
la formación para lectores del mañana, de Fundación La Fuente, cuando se
les pregunta a los niños qué es lo que menos les gusta de leer, la respuesta
mayoritaria es "sentirme obligado a hacerlo", que alcanza a un 41% de
las respuestas, con un 23% de los encuestados que dice que le disgustan los
temas.
No importa
cuánto
Si ya ha leído
acerca de todas estas ventajas y en este momento se está lamentando por no ser
un ávido lector, no se aflija tanto. Diversos especialistas consideran que se
puede comenzar a formar el hábito a cualquier edad y desde ahí comenzar a
beneficiarse. Más encima, el esfuerzo que tendrá que dedicarle a este proceso
probablemente sea menor de lo que usted espera. Una de las principales
conclusiones que plantea la investigación del sociólogo Mark Taylor es que no
es tan relevante si se lee todos los días o unas pocas veces al mes. "La
magnitud de los efectos (de generación de éxito en la vida laboral) no varía de
acuerdo a cuánto leen los niños. Estos son semejantes en niños que leen libros
más de una vez por semana y en aquellos que lo hacen sólo poco más de una vez
al mes. La única diferencia, en este sentido, se da entre los niños que leen y
los que no leen nunca", dice el académico, lo que lo lleva a afirmar que
"no importa cuánto lo hagas, mientras lo hagas": el éxito vendrá
igual, tarde o temprano.
Por supuesto, con
esto no se intenta negar los beneficios de todas las posibilidades de
entretención o aprendizaje que pueda tener una persona, en el corto y largo
plazo. Nadie duda de que ser exitoso depende no sólo del manejo intelectual,
sino de su interrelación con otras capacidades sociales, como son las de
liderazgo y socialización. De hecho, Taylor asegura que leer libros en la
adolescencia es un antecedente crucial para llegar a la universidad, pero que
si a eso se le agrega la participación en una actividad cultural, como tocar un
instrumento o ir a los museos, esa probabilidad aumenta. Por ejemplo, en el
caso de los hijos de padres que trabajan en administración o ventas, su
posibilidad de entrar a la universidad pasa de un 24% (que alcanzan quienes
sólo leen libros) a un 54%, en el caso de los hombres que se comprometen con
otra actividad extracurricular, una cifra que cambia desde el 20% al 48% en las
mujeres.
Sin embargo,
incluso esas "habilidades blandas" pueden conseguirse a través de la
lectura. Hasta ahora, se pensaba que los ávidos lectores eran una suerte de
ratones de biblioteca que no se comunicaban con el mundo, mientras que los
deportistas o los del club de teatro del colegio eran los populares que
controlaban los recreos y, de paso, todas las situaciones de vinculación social.
Nada más equivocado, pues si por una parte la lectura es la única actividad
que, por sí misma, asegura mayor éxito laboral en la vida, por otra, también
ayuda a fomentar las relaciones sociales.
Malva Villalón
asegura que quienes leen más, manejan un mejor vocabulario y se sienten más
seguros de los contenidos que manejan, lo que los lleva a ser personas que
hablan más. "Esas personas suelen ser vistas por los otros como líderes
potenciales". Además, por lo mismo, les va mejor cuando buscan trabajo,
asegura Villalón, pues "la gente que lee más, tiene más temas de los que
hablar y está más familiarizada con las formas del discurso, por lo que
comprende bien las instrucciones, entabla un buen diálogo, plantea puntos de
vista y toma la iniciativa".
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Nosotros ponemos nuestro granito de arena al divulgar un libro con propuesta de solución a ese y otros problemas en facebook y Youtube. Usamos este mensaje:
ResponderEliminar90% abandona la escuela para trabajar, aunque el conocimiento científico ya haya descifrado el universo conocido, la cultura universal no está a su alcance; este libro ofrece un vistazo de ella pero en resumen. Leer nos permite saber en poco tiempo lo que a muchos genios les tomó toda su vida descubrir. El libro incluye soluciones para mejorar el nivel económico y cuidarse de la pseudociencia, los mitos y la charlatanería.
http://www.youtube.com/watch?v=n6Snx9X8UFk
Me da gusto que promuevan el amor por la lec
ResponderEliminartura, creo que uno de los principales problemas de nuestro país es el Analfabetismo, pues una persona que sabe leer, se informada en todos aspectos, hoy día tengo una tía de 94 anos cuya única distracción es leer ya que no puede salir de su casa y la única manera de hacerlo es atraves de la imaginación.
Me gustararía nos informaran como conseguir los boletos para entrar a la Fil, comprados previamente y evitar colas.
Felicidades