El Reporte México 2011 de la OCDE: Una triste realidad
Posted by Jorge Daniel Romo on sábado, mayo 21, 2011 with No comments
México está viviendo una sólida recuperación luego de la profunda recesión que experimentó como consecuencia de la fuerte desaceleración global, lo que se demuestra en un crecimiento del PIB de 5.5% en 2010 y un estimado de 4.4% para 2011. Aunque se espera observar una desaceleración del crecimiento de las exportaciones después del repunte excepcional de 2010, la fortaleza de la demanda doméstica mantendrá la recuperación en marcha. Varios indicadores del mercado laboral han mejorado, si bien el desempleo está disminuyendo de manera lenta. México empezó ya a retirar el estímulo fiscal vigente desde 2009 y se aumentaron los impuestos para tranquilizar las inquietudes del mercado acerca de las tendencias fiscales. Si la recuperación evoluciona como se espera, el gobierno podrá poner en marcha sus planes para reducir el déficit presupuestario aún más por medio del control del gasto. Puesto que la inflación ha disminuido, la política monetaria está en posibilidades de apoyar la recuperación manteniendo las tasas bajas en el corto plazo.
Así inicia el reporte ejecutivo, publicado en Mayo 2011 por la OCDE respecto del estudio económico de México.
Un trabajo interesante que bien vale la pena revisar, analizar y empezar a cambiar algunos paradigmas tan arraigados en la sociedad mexicana. Ese es tal vez el principal problema en México: la forma en que se ven muchas de las cosas que retrasan el crecimiento, que impiden la productividad y que afectan la construcción de un mejor futuro.
El reporte contiene una serie de gráficos y cuadros, algunos de los cuales me permitiré incluir en este artículo, con el único afán de contribuir al conocimiento de una realidad que, si bien no nos gusta, mantenemos y reforzamos día a día.
Tal vez uno de los aspectos más polémicos se refiere al pago de impuestos en México. La gráfica 4 del estudio muestra el porcentaje que representan los impuestos en Producto Interno Bruto en diferentes países. Las primeras dos barras de la gráficos corresponden a México. La primera sin contar el ingreso de impuestos que se cargan a Pemex y el segundo incluyéndolos. Ante tal realidad ¿qué espera la clase política para establecer acciones que permitan una recaudación de impuestos más equitativa? ¿Cuándo se tomarán las acciones para que la informalidad deje de ser un lastre para el crecimiento de México? ¿Cuándo trataremos a los mexicanos como adultos, en lugar de educarlos como niños dependientes y malcriados?
Un sector informal grande, como el mexicano, es probablemente a la vez síntoma y causa de la baja productividad. La proporción de trabajadores y empresas en México que no cumplen con las leyes tributarias y laborales es considerable. Las empresas informales son muy pequeñas y poco productivas en comparación con las empresas formales, pero aún más en comparación con las más grandes (La Porta y Shleifer, 2008). Es probable que los trabajadores y las empresas poco productivas recurran a la informalidad debido a sus dificultades para generar rentabilidad o encontrar empleo en la economía formal dados los costos de la tributación y la regulación. A su vez, la informalidad puede obstaculizar la productividad y el crecimiento de las empresas y las personas que operan en este sector, pues podrían buscar no crecer para ocultar sus actividades y a menudo carecen de acceso a clientes, al financiamiento, la capacitación formal y la protección de los derechos de propiedad. A fin de fortalecer el crecimiento de la productividad, México necesita abordar el tema de la informalidad mediante la reducción de los costos de trabajar en el sector formal y de los obstáculos a la formalización, y a la vez mejorar la capacitación, la educación y la asistencia técnica para que las empresas informales relativamente menos productivas se vuelvan más productivas y crezcan. A la larga, la recaudación tributaria aumentaría también, a medida que la capacidad de las empresas y los trabajadores de baja productividad para generar ingresos se fortalece, aunque, dados sus bajos ingresos, su integración a la red tributaria sin aumentar su productividad no aportaría mucho en el corto plazo. Aumentar el atractivo de los beneficios del empleo formal, en especial el paquete de seguridad social obligatorio, al tiempo que se limitan sus costos por medio de esfuerzos para mejorar la eficiencia, fortalecería los incentivos de los trabajadores a formalizarse.
El reporte termina, en donde está el principio de la problemática: En la Educación.
¿Cuándo la razón se impondrá a los intereses de gremio? ¿Cuándo la sociedad mexicana se exigirá a sí misma una educación de calidad? ¿Cuándo asumiremos la responsabilidad por la situación que vivimos y estaremos dispuestos a pagar las consecuencias de nuestras acciones, decisiones y omisiones; sin que le carguemos la culpa a nuestra familia, los vecinos, los jefes, los gobiernos, los demás países y hasta a Dios?
Es tiempo de enfrentar la realidad, y recordar que “nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”… a menos claro que decidamos transformarla en algo mejor.
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